Perdí a un ángel
Quizás nunca fue para mí
Quizás, sólo quizás
Lo encontré sentado en la calle fumando un gallo
Sabía que era un ángel
Son los únicos que ven a los ojos
Me tomó del tobillo y exhaló largo y profundo
Era un ángel hermoso, de ojos grandes
Labios carnosos, pequeños pechos…
Era una diosa fumando un porro, que me hizo el amor
Esa tarde-noche un ángel me amó
Esa noche-madrugada un ángel me cogió
Por la mañana, al estirarse frente a la ventana
La tomé de la cintura y pregunté por qué te vas
Porque sólo vine a darte amor… Y voló.
PABLO ROMO MOLINA
jueves, 9 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
Orales: pirado, chingón, la imagen tá chida, bienvenido... y por aquí nos leemos.
Abxs.
Pablo, bienvenido. Sin duda una historia muy original como tarjeta de preesentación. Espero que sea el principio de muchas más.
Saludos
Delicioso sabor el que deja tu lectura, te doy la bienvenida con el toque de la única mujer de este blog, sin ser una diosa y sin un porro en la boca, pero con la complicidad que las letras locas dan por la mañana.
Publicar un comentario