lunes, 27 de agosto de 2007

Última llamada

Hacía más de dos meses que estábamos separados y luego de mucho platicar, decidimos darnos otra oportunidad. Pasamos una semana en la búsqueda del sitio ideal para olvidarnos de todos los problemas y compartir las cosas que alguna vez nos hicieron sentirnos el uno para el otro.

Elegimos un lugar de descanso a las afueras de la ciudad para refugiarnos y reanimar lo nuestro. Estábamos a punto de llegar a la última caseta de pago cuando de pronto sonó su celular. “Entiendo, nos vemos en la casa”, dijo ella y luego me miró con la resignación de un desahuciado. “Tenemos que volver, se canceló el vuelo de mi marido”.

Iván Carrillo

1 comentario:

https://puratintapura.blogspot.com/2018/11/algo-se-murio-en-mi-con-la-partida-de.html dijo...

No la ha vuelto a ver desde entonces, y la ha buscado en vano. Y el marido muere de poco en poco, una insuficiencia renal lo ancla sin piedad a ese lapso entre la vida y la muerte... Y sabe de lo suyo, lo suyo es la maldición pura, para ese medio muerto, o medio vivo, y para ese Dios que en una vez le presentaron. Y la eterna pregunta: ¿No que eres muy poderoso?, ¿ya te lo llevas o qué?
No bien termina de hablar, cae —casi sin sentirlo— desde la zotea, y muere sin ella, sin tiempo de reacción, y antes que aquel cabrón que odia tanto que no acaba de morirse. Lo último que piensa es: "Cosa rara, al fin yo soy primero, jejeje, pero me volvió a chingar"...